La vida está llena de diferentes situaciones que nos enseñan la importancia de formar el carácter, con el cual podemos enfrentar las dificultades o adversidades que nos darán el impulso necesario no solo para el aprendizaje propio, sino también para con las vivencias acontecidas, poder ser ejemplo para otros, y así no pasen por la misma circunstancia, o evitarlo en la medida posible.

La formación familiar es muy trascendental. Son los padres y representantes los que tienen la responsabilidad de guiar el camino de sus hijos, con el objetivo de hacerles ciudadanos de bien, con buenas costumbres, hábitos, y deseos de superación que les permitan en el futuro poder afrontar retos, y contar con las herramientas necesarias para sortearlos y salir con la victoria en sus manos.

En medio de estos procesos, muchas personas logran desarrollar la resiliencia, la cual se define como una capacidad que tiene un individuo para superar procesos traumáticos como la muerte de un familiar o ser querido, un accidente, o también un bajón económico causado por una deuda.

La buena administración

Aunque muchos no quieran aceptarlo, la economía forma parte fundamental no solo de la sociedad en general, sino de la vida cotidiana de las familias, debido a que se necesita de empleo, con el objetivo de recibir una retribución económica que les permita a las personas poder vivir, y afrontar cada compromiso adquirido, como los servicios esenciales, el pago de un alquiler según sea el caso.

Ante esta situación, y la dificultad de la vida, ahora se necesita más que nunca que la pareja pueda tener empleo, debido a que, con 2 entradas económicas para un hogar, sea hacen más ligeras las cargas económicas. No todas las familias pueden contar con esta ventaja, pero sin duda alguna es algo que permite a muchos núcleos familiares poder presupuestarse a corto, mediano y largo plazo.

Precisamente al hablar de un presupuesto nos referimos al documento donde se hace un balance de los ingresos y egresos de una persona o familia, donde se registran cada una de las cantidades por compromisos adquiridos, con el objetivo de saber con cuánto dinero quedará el patrimonio de un individuo, o si por el contrario deberá pedir un préstamo y endeudarse.

Requisitos para acogerse a la LSO

Cuando una persona o familia carece de una administración de sus recursos, las probabilidades de caer en una o varias deudas son cada vez mayores. Sin embargo, existen mecanismos jurídicos en la legislación española para ayudar a los que no tienen como salir de medianas o grandes deudas, como la Ley de la Segunda oportunidad.

Existen principalmente 3 requisitos para que un individuo pueda acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, los cuales son la aportación de un justificante que demuestre que la persona no cuenta con la capacidad financiera para salir de su deuda. También hay que mencionar que el monto adeudado no puede superar la cifra de los 5 millones de euros. Además, debe demostrar que las deudas contraídas fueron actuando de buena fe, es decir, demostrar la mayor honestidad posible en los negocios firmados.

Este último requisito es más complicado de demostrar, y para ello debes asesorarte con tu abogado de confianza, el cual te ayudará a aportar la documentación requerida y sustentada, para así disfrutar los beneficios de este instrumento jurídico.